La separación en una familia supone el inicio de una nueva vida. En numerosas ocasiones añadido a la separación de los cónyuges se da un cambio de ciudad, y en estos casos surge una pregunta clara ¿qué pasa con los hijos que ven como no sólo tienen que cambiar de casa para estar con uno u otro padre, sino que también tienen que cambiar de ciudad?
Esta situación requiere del acuerdo de ambas partes, ya que los dos progenitores son responsables y custodios, y por tanto en ningún caso este cambio de domicilio puede ser una iniciativa a consolidar por uno de ellos en exclusiva.
En el caso de que la custodia no sea compartida, tampoco significa que el progenitor que la ostenta tenga más derecho que el otro en la toma de decisiones. Tener la custodia supone una definición clara de con quién debe estar la mayor parte del tiempo el hijo y por tanto debe hacerse cargo de su bienestar diario.
¿ES NECESARIO QUE EL PADRE QUE NO CAMBIA DE CIUDAD DE SU CONSENTIMIENTO EXPLÍCITAMENTE?
Ambos padres deben estar conformes con este cambio de ciudad de uno de ellos, pero eso no significa, que el que permanece en el lugar de origen tenga que hacer una comunicación explícita, ni con un formato concreto dando su aprobación. Será suficiente con que no se oponga a esta nueva situación.
¿Y SI EL OTRO PADRE NO DA SU CONSENTIMIENTO AL CAMBIO DE RESIDENCIA Y CIUDAD?
No siempre estas decisiones están bien vistas por el progenitor que no cambia de ciudad de residencia, y que sus hijos lo hagan no entra dentro de sus planes, sea cual sea el motivo para su oposición. ¿Qué pasa en estos casos? La solicitud debe llegar a un juzgado, que será el encargado de autorizar o no el cambio de domicilio de los hijos.
¿Y LOS HIJOS, TIENEN ALGO QUE DECIR?
Más allá de la importancia que los padres le den a la opinión de sus hijos, y el nivel de diálogo que tengan con ellos, la ley establece que si estos son mayores de doce años, tienen derecho a dar su opinión y que esta sea tenida en cuenta. En el caso de los progenitores no se pongan de acuerdo, un juez pedirá opinión a los hijos y tendrá en cuenta su opinión.
¿CÓMO AFECTA UN CAMBIO DE CIUDAD EN LA VIDA DE LOS HIJOS?
Si nos detenemos a pensar en el día a día general de una persona, un cambio de ciudad para residir supone empezar desde cero, pero además en el caso de un menor, que además no ha elegido ese cambio, lleva consigo quitarle el círculo de seguridad en el que se desarrolla de forma habitual.
Desde nuestro despacho, asesoramos a familias que estén pasando por procesos de este tipo, para facilitar y agilizar el cambio de situación, de modo que favorezca en la calidad de vida de los hijos y estos puedan disfrutar de un día a día estable y feliz.