Los abuelos juegan un papel fundamental en la sociedad actual. El aumento de la esperanza de vida, y las dificultades a la hora de conciliar la vida personal y profesional, los han convertido en pieza fundamental de la ecuación.
La organización de la propia rutina ya es un auténtico reto para las familias, pero si estas pasan por un proceso de ruptura y separación, este se hace aún más complicado de alcanzar.
En primer lugar la relación entre la pareja, así como la disponibilidad y/o flexibilidad horaria del entorno laboral de cada uno de los cónyuges, determinará en gran parte que se puedan conjugar el resto de obligaciones con mayor o menor dificultad. Cuando esta situación no es todo lo favorable que pudiera ser, es habitual que entren los abuelos para “echar una mano” a sus hijos y nietos.
El uso o abuso de los abuelos
Uno de los factores fundamentales para que los abuelos entren a formar parte de la primera línea, es que la economía familiar no permite tener a una persona que pueda hacerse cargo de los niños en el tiempo que los padres a través del convenio regulador, han establecido para cada una de las partes. Esta situación marca una estrecha línea en el que se abre el siguiente debate ¿ocupan en algunos casos los abuelos el lugar en el que deberían estar los padres?
Un juzgado de Galicia ya se ha pronunciado al respecto en uno de los casos que ha llegado hasta él. La ley establece la obligación del cuidado de los hijos por parte de los progenitores, aun cuando los niños estén igual de bien cuidados por sus abuelos.
Este motivo le ha valido a este juez para quitarle la custodia a un padre que de forma habitual, en el espacio de tiempo en el que el hijo tenía que estar con él, este estaba con los abuelos.
Cambios en la situación personal tras el divorcio
La situación de los cónyuges a lo largo de los años puede cambiar, y es posible que sea necesario realizar cambios en el acuerdo al que en un primer momento se llegó, pero que en la actualidad no se adapta a la realidad de los progenitores, y lo que es más importante a las necesidades de los hijos.
En estas ocasiones recomendamos contar con un profesional de la abogacía que pueda asistirle en todo el proceso y de esta forma velar por la mejor calidad de vida de los hijos.
En el caso anteriormente mencionado, en el momento inicial se llegó a un acuerdo de custodia compartida. Los años han cambiado la situación y ahora el padre no puede hacerse cargo del niño, quien de forma habitual cede el testigo a los abuelos. Ahora la madre ha pedido la custodia exclusiva y un juzgado le ha dado la razón.
Los hijos y sus necesidades
La obligación por el cuidado de los niños va más allá de darle un techo y comida para que puedan sobrevivir. Cada niño, cada persona, tiene sus propias necesidades a otros niveles que necesitan ser cubiertos. Salud, educación, entorno… son preocupaciones que todos los padres deberían tener y a partir de las cuales, velar por su bienestar al más alto nivel.
En el caso que venimos abordando a lo largo de este artículo, el niño necesita de apoyo específico en el centro escolar por dificultades de audición y lenguaje y la escuela emitió una solicitud, que debe ser firmada por los dos padres, para poder asistirlo en la necesidad que planteaba. La madre sí autorizó desde el primer momento el apoyo, pero el padre no pasó por el centro para firmar y dar el visto bueno para que pudieran comenzar a darle tal asistencia al hijo. Otra prueba contundente de que las necesidades prioritarias del menor no están cubiertas.
¿Ha pasado solo un año desde que te divorciaste y ves que el acuerdo no responde al día a día real que tenéis? ¿Tu ex no está respondiendo como debería al convenio firmado? ¿Juegan los abuelos un papel que no les corresponde? Si estás en alguno de esos casos, ponte en contacto con nosotros sin compromiso, estudiaremos tu situación y te asesoraremos en todo el proceso.